Así empezaría la entrada de hoy. Cualquier excusa es buena para preparar unos crepes caseros. Y si son rellenos de chocolate muchísimo mejor. A quien no le gustan? Creo que no conozco a nadie que no le apasionen.
La verdad es que versiones y variaciones de las recetas de crepes hay infinitas pero me he intentado ceñir a la francesa. Son 3 los ingredientes principales y al alcance de todos, y sobre todo, repito, es super fácil de hacer. Basta con dejar la masa en la nevera reposando y os aseguro que es un éxito.
En mi casa a pesar de saber que los crepes en su versión original se rellenan de algo salado, siempre hemos sido de ponerle dulce. Chocolate, nata, nutella, fresas, mermelada, chips... a vuestro gusto.
Ahh, se me olvidaba. La forma es clave. Los crepes son siempre redondos, independientemente del relleno. Luego se pueden enrollar, plegar o lo que queráis. Un crepe cuadrado, donde se ha visto?
Vamos a ello.
INGREDIENTES
1 huevo.
1 taza de harina (permite variaciones de harinas)
1 taza de leche
Pizca de sal
Pizca de levadura.
-Para el relleno:
Chocolate fondant.
Leche.
Nata montada.
ELABORACIÓN
Ponemos el huevo, la leche y la harina en un bol y batimos con la batidora hasta que salgan ponpitas y la masa quede un poco espesa.
Añadimos la pizca de levadura y la sal.
Lo mejor sería reservar en la nevera por 3 o 4 horas. Yo lo he dejado toda la noche.
En una sarten pequeña con un poco de mantequilla, y cuando esté derretida, añadimos la masa en cantidad suficiente para formar un crepe. "Freímos" por los dos lados.
Para el relleno preparamos la salsa de chocolate, fundiéndolo con la leche que creamos para que nos quede un poco espesa.
Decoramos con nata y servimos caliente/templado.
Si el primero os sale mal o se os pega, darle otra oportunidad. El primero nunca sale bien ツ
A disfrutar.
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